Todo está rico, fresco y elaborado con detalle.
Literalmente amarrado a Ogoño, casi puedes desembarcar en su puerta, la de la antigua cofradía de pesca, que hoy da entrada a un espacio amplio de líneas apenas visibles, innovador por su simplicidad.
La cocina no deja de ser la cocina de siempre, pero se amplía en todos los sentidos.
En un espacio diáfano el diseño se pone al servicio del chef, con una instalación moderna, abierta y funcional, para crear un estilo más vanguardista, pero con referencias consolidadas.
El pescado, en especial el famoso “rodaballo de la casa”, se crea y recrea hasta estremecer a los comensales.
Para decidir el menú, cualquier elección es acertada. Sus platos se saborean y recrean en el paladar. Sus años de experiencia y buen hacer son el mejor aval.
Si te gustan los sabores auténticos de nuestro mar y de temporada, ven a disfrutar, con todos los sentidos, de un maridaje entre la gastronomía tradicional y la innovación.
Producto de alta calidad y pasión por la cocina.
Una oferta variada de pescados frescos, jugosas carnes, productos locales, de caserío y la imaginación de los cocineros son ingredientes fundamentales de la variada oferta de menús, elaborados con detalle.
Un local limpio y ordenado. Con la cocina vista. La calidad y cantidad excelente. Muy buena atencion. Los tiempos entre platos muy adecuados. El entorno precioso y tranquilo. Repetiremos.
Fuimos unos amigos de visita y me sorprendió el lugar y las vistas del restaurante. Decidimos cenar y fue espectacular , tanto el.servicio como la comida , todo muy bien. Seguir así. Animo a ir a visitarlo.
Restaurante recién reformado en el puerto, muy luminoso, vistas fantásticas. Personal muy profesional, nos recomendaron fenomenal. Producto de gran calidad.